EL FONDO DE CAPITAL SOCIAL
26/06/2011 – Miradas Al Sur – Producción y Trabajo – Pág. 43
Abandonadas las lógicas de los noventa, el Gobierno Nacional avanza en renovar y mejorar el funcionamiento del Foncap. Su cartera activa, de casi 30 millones de pesos, y el financiamiento a microemprendedores.
ALEJANDRO GIUFFRIDA produccionytrabajo@miradasalsur.com El universo financiero posiblemente sea uno de los reductos más complejos en el cual imprimir transformaciones. La tasa de ganancia, siempre presente por encima de cualquier otro interés, habla de su complejidad y resistencia al cambio. Sin embargo, esa batalla que, ciertamente, se libra día tras día, hoy encuentra un claro ejemplo en el trabajo que una nueva administración está realizando sobre el Fondo de Capital Social, más conocido por su sigla: Foncap. Las oficinas del organismo rompen con toda la imagen de formalidad extrema que el mundillo de las finanzas trae consigo: Los Redonditos de Ricota suenan imparablemente desde alguna de las tantas computadoras y las agendas de trabajo se confunden sobre los escritorios con los volantes que recuerdan a Néstor Kirchner. José Ottavis, el presidente del Foncap, termina de confirmar la singularidad del caso: Con una remera de Evita furiosamente roja recibe a Miradas al Sur y comienza la entrevista con una afirmación taxativa: “Estamos poniendo a lugares del Estado como éste en sintonía ideológica y de gestión con lo que está pasando en toda la Argentina”. El equipo de trabajo que comanda Ottavis, un joven militante conocido por ser uno de los miembros de la mesa de conducción de la agrupación La Cámpora, administra el Foncap desde hace un año y medio. En ese período, los fondos manejados crecieron un 27% y el trabajo con microemprendedores se multiplicó varias veces. La tarea inicial del Foncap, creado al calor del menemismo, era prestar dinero barato a entidades intermediarias,para que éstas luego dieran pequeños préstamos a emprendedores que por su compleja condición no ingresan en los requisitos del sistema financiero formal. El sistema, como todo durante el neoliberalismo, se desvirtuó: el Estado terminó girando fondos a tasas negativas para que algunos de los privados prestaran a tasas usureras. “La mirada del Foncap siempre estuvo en función de la entidad intermedia. Nosotros estamos convencidos de que la mirada del organismo tiene que estar puesta en el emprendedor”, afirma Ottavis y completa la idea: “Una entidad tiene que ganar lo justo y necesario para poder desarrollarse como entidad, pero siempre cobrándole lo más barato que pueda al emprendedor”. Para lograrlo, de todas formas, todavía queda camino por recorrer. Aunque esta nueva administración, que lleva un año y medio, ya logró cambiar el estatuto, ahora está trabajando para poder también pasar a prestar de manera directa a los emprendedores, y así financiarlos con una tasa todavía más baja que la que consiguen actualmente. “Nosotros no estamos alineados con la cultura financiera, sino con la Comisión Nacional de Microcréditos, en el marco de una economía social que reconstruye tejido popular”, sostiene Ottavis y subraya: “Creemos que el Foncap está renaciendo”. Y, en ese sentido, explica que una de las primeras medidas que se adoptó fue modificar la composición del organismo. Hasta 2010, el Fondo estaba integrado en un 51% por accionistas de Estados Unidos.“Nosotros discutíamos nuestras políticas públicas con socios norteamericanos”, confirma. Ahora, el sector privado continúa manteniendo la participación mayoritaria de esta sociedad mixta, pero ese 51% está dividido entre dos organizaciones argentinas: Sol de Mayo y el Centro de Estudios Federales (Cefed). En los noventa, el Foncap “fue pensado a imagen y semejanza de una matriz ideológica, con el claro objetivo de tapar los baches en términos sociales de un sistema que no llegaba a todos los sectores de la sociedad”, resume el militante de La Cámpora. IMPULSORES DE LA ARGENTINA. Entre las renovaciones que el Gobierno Nacional está generando en el Foncap, una de las más significativas (y que seguramente dará de qué hablar a tanta oposición reacia a la organización popular) es la llamada Impulsores de tu País. La iniciativa, que arranca inicialmente en la provincia de Buenos Aires para luego extenderse a todo el territorio, tiene como objetivo “capacitar y formar a 2.000 jóvenes de 18 a 24 años, que no finalizaron sus estudios y están desempleados”. La idea es que este batallón de jóvenes salga luego a las calles a detectar emprendedores, para mostrarles cuáles son las herramientas en todo el plano estatal para poder llevar adelante sus proyectos.E, incluso, esos mismos promotores podrán luego presentar sus emprendimientos para conseguir financiamiento también. “Son 2.000 impulsores que van a poder charlar con los vecinos y advertirles cuándo están siendo blanco de la usura. Porque los usureros en la Argentina existen y se aprovechan de los lugares donde hay más necesidad”, advierte Ottavis. Además de promover los microcréditos y reactivar la economía en los rincones más populares, los nuevos impulsores ingresarán en un esquema mediante el cual finalizarán sus estudios secundarios, explica el director del Foncap. “No queremos competir con las instituciones intermediarias que fondeamos”, detalla, pero insiste en que el objetivo final del Fondo “tiene que ser la inclusión de pequeños productores o microempresarios que no tienen acceso al crédito formal o la banca comercial”. De todas formas,el plan Impulsores está corriendo en su primera etapa, la de capacitar a los jóvenes, dado que para salir a financiar directamente a los emprendedores, el Foncap necesita cambiar su génesis,por lo cual se está trabajando en los cambios necesarios que serán plasmados a futuro en un decreto que deberá salir de la firma del Ministerio de Economía y la Presidencia de la Nación.“Estamos trabajando en eso”, adelantó Ottavis.